

Historia
Iglesia
4ºESO
Higloria
Historia
de la Iglesia
4º E.S.O.
6.- Santos, teólogos y místicos importantes de la Iglesia en España en este periodo.
Menéndez y Pelayo, en un ensayo sobre «La poesía mística en España», hace una clasificación por escuelas según las órdenes religiosas de los místicos:Franciscanos: San Pedro de Alcántara, Juan de los Ángeles, Diego de Estella; jesuitas: San Ignacio de Loyola; agustinos: Alonso de Orozco, Fray Luis de León y Malón de Chaide; dominicos, Fray Luis de Granada; carmelitas: San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Místicos heterodoxos: Clérigos seculares y los laicos, Valdés y Molinos. Cada Orden religiosa tiene una tradición teológica y doctrinal.
En este entramado, destaca la corriente carmelitana, cuyas principales figuras de extraordinario talento literario representan un misticismo esencial; su psicologismo y eclecticismo fundamentales, adornados de originalidad y fidelidad a la tradición, logran en el Siglo de Oro Español los mejores frutos estéticos y el más notable nivel del género.
Su pensamiento concordaba justamente con la sensibilidad de la época. De ahí, que se muevan en la armonía, actividad y sobriedad afectivas y se acojan, en su cristocentrismo y contrarreformismo, a los aires neoescolásticos entre agustinianos y tomistas, con sentido vulgarizador.
En ello, radica que la crítica haya encontrado, en San Juan de la Cruz y en Santa Teresa, los exponentes máximos del misticismo hispano.
San Juan de la Cruz, una de las voces líricas más puras que jamás hayan existido, es el último de los grandes místicos. En él, se agotan las posibilidades de la poesía religiosa. San Juan cierra el capítulo más excelso de los logros hispanos en poesía del espíritu; su lírica transparente y exquisita asciende y brilla en la esfera poética con voz eminente.
Pero en esta época otros varios santos, como Santo Tomás de Villanueva, san Juan de Dios, San Juan Bautista de la Concepción y sobre todo san Juan de Ávila, el reciente y nuevo doctor de la Iglesia llevó a cabo una múltiple acción pastoral, a través de la fundación de Colegios y la no menos importante universidad de Baeza, su predicación que llenó toda Andalucía, sus cartas a religiosos y religiosas, entre ellas santa Teresa de Jesús, , su Escuela Sacerdotal y sus escritos de reforma que tan gran eco tuvieron en el concilio de Trento a través de su amigo el arzobispo de Granada Francisco Guerrero.
El llamado siglo de oro español conoció también a notables teólogos, especialmente del Convento salmantino de Salamanca: Melchor Cano, Francisco de Victoria, Domingo de Soto etc.
Entre los miembros participantes en el Concilio de Trento se distinguieron los jesuitas (el segundo general de la Orden, Diego Láinez) y los obispos españoles, entre otros, don Pedro González de Mendoza, don Martín Pérez de Ayala, don Pedro Guerrero, etc., habiendo podido decir un escritor moderno que el S.C. de Trento «fue tan español como ecuménico».(Más INFORMACIÓN).
7.- La Iglesia española en la época de los Austrias Menores (1598-1700).
Un aspecto que podría decirse era común a todos los estados de esta sociedad era la religiosidad. La fe católica estaba presente de múltiples maneras en la España de los Austrias, toda la vida estaba impregnada de esta fe, con independencia de los niveles en que esta era vivida: nacimientos, casamientos, enfermedades, muerte, fiestas, devociones a los santos, promesas hermandades cofradías, centros de culto, catedrales, templos, ermitas , hasta el mismo lenguaje en sus dichos, refranes, saludos y sobre todo en la moral etc. etc. eran manifestaciones de las creencias religiosas de los españoles.
Esto quedaba reflejado en los escritores aún profanos, en este caso tenemos la obra del Quijote de Cervantes en la que tema el religioso impregna toda la obra.
Un ejemplo, preguntado don Quijote cuál era la carrera que había estudiado responde con la ortografía del tiempo, la de la caballería andante: "que es una ciencia, que encierra en sí todas, ó las mas ciencias del mundo…el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y conmutativa para dar á cada uno lo que es suyo y lo que le conviene:ha de ser , teologo para saber dar razon de la christiana ley que profesa, clara y distintamente adondequiera que se fuere pedido: ha de ser médico… astrologo…; ha de saber matemáticas, y dexando aparte que ha de estar adornado de todas las virtudes teologales y cardinales…ha de guardar fe á Dios y á su dama: ha de ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos, y finalmente mantenedor de la verdad aunque le cueste la vida en defendella. Muchas veces he dicho [...] que la mayor parte de la gente del mundo está de parecer queno ha habido en él caballeros andantes, y por parecerme a mi, que si el Cielo milagrosamente no les dé á entender quan provechosos fueran en el presente, si se usaran, pero triunfan ahora por pecados de las gentes, la pereza, la ociosidad, la gula y el regalo". (Cap. 18, Parte II del Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha). En este ámbito el clero tenía un especial tratamiento.
7.1.- El estamento clerical.
La iglesia española de los ss.XVI–XVII estaba constituida básicamente por tres estamentos: el diocesano, el basilical y las capellanías y el integrado por los monjes, religiosos y religiosas.
Las diócesis, haciendo una descripción muy esquemática, tenían su obispo, su cabildo catedralicio y sus parroquias, gobernados por el clero de diverso rango.
Lo primero que llama la atención de la masa clerical de los ss.XVI–XVII, es su número. Como en otros aspectos no podemos barajar estadísticas matemáticamente exactas.
Para el reino de Castilla disponemos de los manuscritos de Archivo de Simancas. Felipe Ruiz en su obra: «La Población española al comienzo de los tiempos modernos», sobre los datos del mismo, nos da una cantidad de 33087 clérigos pertenecientes al clero secular y 41066 al regular, hacia el año 1591, para el Reino de Castilla, lo que supone un clérigo por cada cien habitantes.
La cifra global De 100000 clérigos que se da para toda España hacia finales del s.XVI resulta un poco alta, mucho más la de 130000. Teniendo en cuenta que la proporción de clérigos para la corona de Aragón es de 6 por cada 100 habitantes, el total de clérigos andaría por los 90000, correspondiendo, pues, algo más de un clérigo por cada 100 habitantes: 1,08 exactamente.» (cf. Cuadernos de Historia «anexos de la Revista Hispania nº 1, Madrid 1967; cit. por Manuel Fernández Alvarez. La sociedad española en el siglo de Oro,T.I pág 203 (Madrid, 1989, 2 vols.).
Lo segundo que llama la atención del estamento eclesiástico es su poder económico. Según evaluaciones de mediados del s.XVI las rentas anuales de los bienes raíces del clero ascendían a cinco millones de ducados, la mitad de las del reino. (Cf. Vicens Vives, Historia económica de España, pág. 84).
En general estos bienes unos eran patrimoniales acumulados a lo largo de los siglos por donaciones o compras, o provenían de los diezmos y primicias, o de los derechos de estola, así como de las limosnas y fundaciones para obras pías.
En el Memorial de Pedro Núñez de Salcedo, (Núñez de Salcedo, Pero «Relación de los títulos que hay en España, sus rentas, solares, linajes, etc.» Edited by Vicente Castañeda. Boletín de la Real Academia de la Historia 73:5 (November 1918); 468-491; se detallan las rentas anuales de los arzobispadosy obispados de finales del s.XVI y que van de los 250.000 ducados anuales, 99.550.000 de maravedíes, del arzobispado de Toledo, el más rico de todos, a los 4.000 ducados del obispado de Tuy pasando por los 100.000 de Sevilla, 46.000 de Córdoba , 24.000 de Granada
Una parte considerable de estos bienes estaba destinada a sostener las muchas instituciones benéficas creadas por la iglesia: asilos, hospitales, refugios de pobres, hogares de niños expósitos, asi como la creación y sostenimiento de centros de enseñanza a todos los niveles; pero otra, muy sustanciosa era detentada como bienes propios por el clero.
El tercer aspecto que llama la atención del estamento clerical del s.XVI español era la desigual distribución de estos bienes dentro del mismo estamento. Ya hemos visto las diferencias existentes entre unas diócesis y otras, pero estas diferencias afectaban igualmente a las personas, de modo que con toda propiedad se podía hablar de Alto y Bajo clero.
Las cuantiosas rentas de que disfrutaban los titulares de obispados, cabildos catedralicios, abadías… Les permiten llevar una vida similar a la alta nobleza, frente a ellos existía una gran masa clerical que prácticamente vivía en la pobreza, sin disfrute de beneficio de ninguna especie, por lo tanto el pertenecer al estamento clerical no era, ni mucho menos, siempre, garantía ni deconsideración social ni de riqueza, sólo si se estaba en una escala, al menos media, como poseedor de un beneficio en propiedad.
8.- La renovación de la vida cristiana después del S.Concilio de Trento.
Los frutos de la reforma tridentina se manifestaron de forma especial ya en este siglo. En España repercutieron de forma positiva los hechos acaecidos en este siglo en Europa, entre ellos especialmente los siguientes: San Francisco de Sales y San Vicente de Paúl fundaron sendas Congregaciones con fines sociales, caritativos y escolares. San Francisco de Sales, obispo de Ginebra, es famoso por su espiritualidad, sus libros Introducción a la vida devota y el Tratado del Amor de Dios ha sido el alimento de muchas almas. Fundó la Congregación de las hermanas de la Visitación, llamadas popularmente Salesas con la ayuda de santa Juana Francisca de Chantal, dedicadas al cuidado de enfermos y pobres.
San Vicente de Paúl, fundó en 1625 la Congregación de la Misión, popularmente conocida como los paúles, dedicada a la formación de sacerdotes aptos para evangelizar en las zonas rurales.
Con Santa Luisa de Marillac fundó en 1633 las Hijas de la Caridad entregadas al servicio de los pobres, enfermos y ancianos, así como a la enseñanza. Con anterioridad había organizado las Damas de la Caridad, seglares entregadas al servicio de los más pobres. Uno de los objetivos de san Vicente fue el de hacer desaparecer la pobreza de ciudades y zonas rurales.
En este siglo san Juan Eudes, fundó la Congregación de los Eudistas iniciando la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, aunque esta devoción con quien alcanzó mayor difusión fue con el jesuita Claudio de la Colombière, confesor de Santa Margarita María de Alacoque.
La aprobación por el S.C.de Trento del culto a los santos y santas y a sus reliquias, dio lugar a múltiples devociones expresión de la piedad popular, manifestada en las celebraciones cultuales, novenarios, y triduos, procesiones y peregrinaciones. Santiago de Compostela es también, en este siglo, la meta de numerosos peregrinos provenientes de distintas partes de Europa.
Por otra parte se continuó con la evangelización de América. Son dignas de mención las misiones de los jesuitas llevadas a cabo en las Reducciones de Paraguay, en las que grupos de nativos vivían como en comunidades adquiriendo en ellas formación, desarrollo material y humano.
La iglesia católica vio su evangelización en la América hispana fecundada por numerosos santos. El beato Bartolomé Gutierrez, agustino, nacido en México, fue a Filipinas y después al Japón. Fue martirizado y quemado vivo en 1632. Santo Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima, celebró 13 Sínodos, compuso catecismos en castellano, quichua y aimará. Fundó un seminario y defendió a los nativos explotados por los conquistadores.
San Martín de Porres, dominico, nacido en Lima. Se santificó ejerciendo la caridad entre pobres y enfermos. Fundó la Casa de Santa Cruz para niños abandonados y regeneración de mujeres arrepentidas. San Pedro Claver, jesuita, catalán, llegó a Colombia en 1610. Destinado al puerto de Cartagena, consagró toda su vida a la atención de los esclavos. Se contagió de una epidemia muriendo en 1654 habiendo bautizado y protegido a miles de esclavos.
Fue en este siglo cuando se intensificó la evangelización de América del Norte. Los franciscanos españoles evangelizaron San Diego de California, los Ángeles y Texas.