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III.- Aprobación de la Compañía de Jesús por S.S.Pablo, Pp., III.

          San Ignacio de Loyola nació el 24-x-1491 en Azpeitia, y murió en Roma el 31-vii-1556. Fue un santo de Gipuzkoa, además de religioso fue soldado y poeta. Como religioso fue el fundador de la Compañía de Jesús junto con otros santos, como San Francisco Javier. San Ignacio fue el primer general de la Orden.

          San Francisco de Javier fue el otro gran fundador de la orden. Nació el 7-iv-1506 en el Castillo de los Jaso (Navarra), y murió en China el 3-xii-1552. Fue un religioso y misionero Navarro de La Compañía de Jesús. Destacó por sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobre nombre de Apóstol de las Indias.

 

III.1.- Inicio y aprobación

          La Compañía de Jesús en su nacimiento, llamó la atención por la novedad de su instituto, que muchos -incluso teólogos y papas- no comprendían, ya que rechazaba muchas costumbres de las órdenes monásticas precedentes, como el oficio litúrgico en el coro; un hábito fijo y determinado; un preciso número de penitencias, ayunos, etc.; la emisión de votos simples al cabo de dos años de noviciado; la incorporación definitiva a la Orden solamente después de largos años de formación espiritual y científica, incorporación por medio de la profesión solemne de cuatro votos (el cuarto es de obediencia especial al S.R.Pontífice) o por los votos simples, pero públicos, de los coadjutores espirituales.

          S.S.Pablo, Pp., III, el 3-ix-1539, aprobó el primer esquema de la Orden. Al año siguiente el mismo S.R.Pontífice confirmó oficialmente la Compañía de Jesús por la bula «Regimini militantis Ecclesiæ» el 27-ix-1540. Sus miembros son llamados popularmente jesuitas, nombre anterior a ellos, usado en la Italia del s.XV como mote. Hoy día puede decirse que es el nombre corriente y casi oficial.

          A partir de la aprobación pontificia comenzó un proceso de expansión numérica y de misiones encomendadas: fundación de Colegios, intervención en el Concilio de Trento, diálogo con los protestantes...

          Entre 1540-1550 se unieron a la Orden notables personajes para su posterior desarrollo (por ejemplo San Francisco de Borja). En 1556, cuando murió el fundador, eran 1000 compañeros. El segundo General fue Diego Laínez.

          El fin propio de la Compañía de Jesús es la mayor gloria de Dios (omnia ad maiorem Dei gloriam), a la que se debe aspirar mediante la santificación personal y la del prójimo. Dice San Ignacio que «es fundada principalmente para emplearse toda en la defensa y dilatación de la santa fe católica, en ayudar a las almas en la vida y doctrina cristiana, predicando, leyendo públicamente y ejercitando los demás oficios de enseñar la palabra de Dios, dando los ejercicios espirituales, enseñando a los niños y a los ignorantes la doctrina cristiana, oyendo las confesiones de los fieles, y administrándoles los demás sacramentos para espiritual consolación de las almas».

 

III.2.- Estado en la actualidad

          El Padre Kolvenbach, general de la Orden, después de obtener el consentimiento de S.S.Benedicto, Pp., XVI y escuchar a sus consejeros y provinciales, decidió presentar su renuncia, aduciendo avanzada edad (casi 80 años) y larga duración de su gobierno (casi 25 años). En enero de 2008 fue elegido como su sucesor el Padre Adolfo Nicolás (71 años), en la segunda votación.

          Algunas personas consideran que los precedentes de la actual situación de la Compañía datan desde mediados de 1950 cuando comenzaron a disminuir las vocaciones en Europa. El número de jesuitas ha caído ya por debajo de los 20.000, aumentando la edad promedio a 57 años. En el último cuarto de siglo la disminución del número de miembros ha motivado la unificación de algunas provincias y el cierre de obras o el traspaso de la dirección de algunas a seglares.

 

 

 

 

 

 

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